El invierno vino muy duró y nos golpeó bastante, anímica y financieramente. Tuvimos que dar de comer a unos quinientos o más vacunos, el pasto muy pobre en proteínas y escaso. Las heladas comenzaron en el otoño, el sol brilló por su ausencia, en fin "así es el campo", palabras que repiten, todos, los que se dedican a esta actividad.-